DAÑO CEREBRAL SOBREVENIDO

DEFINICIÓN

Según un reciente artículo  de Castellanos et al (2012), sería conveniente replantear el concepto de daño cerebral adquirido por diferentes motivos. Este concepto clínico ,  no bien definido en la literatura médica,  no es preciso , ya que al ser una traducción literal del término anglosajón “brain injury”,es considerado casi como un sinónimo de daño cerebral de causa traumática.
Debido a la indefinición del término,los autores consensuaron la necesidad de elaborar una definición global e incluyente de este concepto,que permitiera identificar adecuadamente los casos que eran susceptibles de recibir  atención en un programa específico, independientemente de cual fuera  su etiología.  La definición propuesta fue “ lesión de cualquier origen que ocurre de forma aguda en el encéfalo, causando un deterioro neurológico permanente, que condiciona un menoscabo de su capacidad funcional y de su calidad previas”. Además los autores consideraron conveniente  modificar el nombre de “ daño cerebral adquirido”(DCA) por “ daño cerebral sobrevenido”(DCS) puesto que este último define mejor el concepto en cuestión, así como establecer unos criterios diagnósticos y una clasificación del DCS, con la finalidad de optimizar el uso de los recursos de neurorrehabilitación y atención a la dependencia, garantizando de esta manera la equidad en la atención.


Lesiones provocadas por agentes externos
Lesiones provocadas por causas endógenas.
  • Traumatismo craneoencefálico.
  • Encefalopatía por tóxicos .
  • Encefalopatía por agentes físicos. 
  • Enfermedades infecciosas.
  • Ictus isquémico o hemorrágico.
  • Encefalopatía anóxica.
  • Neoplasias primarias o secundarias.
  • Enfermedades inflamatorias autoinmunes.
Entre las diferentes causas de DCS antes mencionadas , el ictus merece especial atención, debido a su   importancia global , tanto por su elevada frecuencia como por el  porcentaje de pacientes que presentan    discapacidad moderada o grave  tras padecer este proceso. 

 ICTUS

El concepto de enfermedad cerebrovascular o ictus se refiere a todo trastorno en el cual un área del SNC se afecta de forma transitoria o permanente por una isquemia o hemorragia, estando uno o más vasos sanguíneos cerebrales afectados por un proceso patológico. Aproximadamente , el 85% de los ictus son de naturaleza isquémica frente al 15 % que se presentan como hemorrágicos. Representa la tercera causa  de muerte  en los países desarrollados ( tras las patologías cardiovasculares y las neoplasias) y la primera causa de mortalidad global en España por entidades específicas , además de ser el principal responsable de discapacidad física grave en el adulto.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) sitúa la incidencia promedio mundial en alrededor de 200 casos nuevos por cada 100.000 habitantes. En España ,  se estima que puede oscilar entre 125-350 casos por 100.000 habitantes/ año . Estos datos , indican que se produce una muerte por ictus cada 15 minutos .

El accidente cerebrovascular (ACV)  puede cursar con toda una serie de manifestaciones clínicas , dependiendo de la zona cerebral que se vea afectada, como pueden ser alteraciones motoras ( paresias, parálisis), sensitivas ( hipoestesias, anestesias), cognitivas, conductuales y del lenguaje entre otras.La hemiparesia o hemiplejia, es uno de los déficits que más preocupa tanto al paciente como al personal sanitario y el que suele dominar las expectativas de tratamiento.
Normalmente ,se observan mejores resultados en la recuperación funcional del miembro inferior que en el miembro superior , debido a la complejidad  funcional de este último , que con frecuencia va  asociada a problemas  provocados por la espasticidad, como son la subluxación  y la  omalgia  secundaria.

A pesar de ser un problema sociosanitario importante,hasta hace pocas décadas, el interés y la actuación por parte de los profesionales sanitarios frente a esta  patología,se limitaba casi exclusivamente al diagnóstico,considerando que el impacto y la eficacia de cualquier tratamiento  aplicado horas después del evento patológico, eran poco o nada significativos.Gracias al estudio  realizado por Langhorne et al.(1996), se comenzaron a dejar de lado  las ideas de irreversibilidad, catastrofismo y nihilismo terapéutico en el ictus, al demostrar que la asistencia en unidades de ictus con  inclusión de la rehabilitación aumentaba  la supervivencia y la capacidad funcional de los pacientes.Como señala Martínez Vila (2000),el ictus es una “catástrofe prevenible” que requiere  un diagnóstico correcto y el establecimiento  de un tratamiento lo más precozmente posible.




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